11 abr 2009

Un poema al día

Tú estabas ya muy lejos
y tu recuerdo muy presente
que bombardeaba mis miedos
de haberte creído tenerte
viviendo solo en mi mente.
Suspiré y quise abrazar el aire
que aún tenía tu fragancia
olvidando que por mi dignidad
tenía que asimilar tu marcha.
Borré con la mente tu silueta
y solo quedó en un intento
pese a volcar en la balanza
más peso malo que bueno.
Pero fue inútil, sin duda
el corazón es testarudo
y aunque me propuse odiarte
y así poder alcanzar el olvido
cuanto más empeño ponía
más claro podía ver
qué resistente era a mi pesar
el amor que te procesaba
y que siempre fuiste y serás
el amor de mi almohada.

2 comentarios:

Manuel dijo...

Excelente Mónica. Sin duda sabes decir las cosas que vienen del
corazón.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Un poema con muchos altibajos, pero tampoco es para sentirse desanimada, hay versos que logran su objetivo: cautivar.


Esta es mi primera visita merluza y espero que sea la primera de muchas.

Un besote fuerte.